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miércoles, 11 de abril de 2018

La bòbila

La fabricació d'elements i matèries primeres per la construcció es un sector industrial summament important.
En Aquest reportatge ens endinsem en una antiga fàbrica de totxos.
Encara que molt malmesa per l'acció vandàlica, aquesta bòbila encara manté recons interessants i fotogènics.




















jueves, 11 de agosto de 2016

La fábrica del ruido (5-8-2016)

 A orillas de un importante rio catalan, como en el caso de otras muchas colonias textiles, encontramos este conjunto industrial al que llamaré la fábrica del ruido por el incesante rumor de unas turbinas cercanas que acompañaron como una industrial banda sonora la visita.
La fábrica lleva cerrada desde principios de siglo, y en esos pocos años ha sucumbido a los estragos del tiempo, pero sobre todo al saqueo de los que buscan todo tipo de metales.












lunes, 29 de junio de 2015

Passat Industrial se expondrá en el Ecomuseu-Farinera de Castelló d'Empúries



Del 17 de julio al 30 de septiembre de 2015 se podrá visitar en el Ecomuseu-Farinera de Castelló d'Empúries la exposición fotográfica "Passat Industrial".
Contará con un total de 81 fotografías tomadas entre 1985 y 2015.
Habrá un importante apartado dedicado a las rehabilitaciones, ya que gracias a las intervenciones de mejora en muchas de estas fábricas, el entorno se ha transformado y evolucionado a la par de los nuevos tiempos, sin llegar a perder parte de nuestra identidad, conservando el legado arquitectónico, técnico y social vinculado al mundo de la industria.
A modo de reconocimiento al edificio que acogerá esta muestra, una antigua fábrica de harinas, la exposición contará con una selección de fotografías tomadas en diversas harineras de Catalunya.

La inauguración tendrá lugar el viernes 17 de julio a las 19:30 horas.





jueves, 30 de enero de 2014

El rincón de las tolvas metálicas













La fábrica es un conjunto enorme de naves,  muchas de ellas tapiadas y abandonadas, otras realquiladas a otras industrias y talleres. En un rincón de una de las naves en desuso se encuentra esta maquinaria de principios de siglo XX, donde solo el paso del tiempo, y no la acción vandálica del hombre, han dejado su huella. El óxido, el hollín, el polvo, las telarañas y manchas de humedad confieren al lugar un extraño encanto y atractivo. Penetrar por primera vez en ese pequeño espacio recóndito y lleno de historia produce una emoción similar a la que experimentaría cualquier arqueólogo al descubrir su hallazgo.
Dado que toda esta maquinaria sería un suculento botín para los chatarreros y demás gamberros que se divierten destrozando lo ajeno, y esas paredes mohosas son demasiada tentación para grafiteros, no daré ninguna otra información que pueda llevar a dar con su emplazamiento.

La fàbica és un conjunt enorme de naus, moltes d'elles barrades i bandonades, unes altres re-llogades a altres indústries i tallers. En un recó d'una de les naus en desús es troba aquesta maquinària de principis de segle XX, on solament el pas del temps, i no l'acció vandàlica de l'home, han deixat la seva empremta. El òxid, el sudge, la pols, les teranyines i taques d'humitat confereixen all lloc un estrany encant i atractiu. Penetrar per primera vegada en aquest petit espai recòndit i ple d'història produeix una emoció similar a la experimentada per qualsevol arqueòleg en descubrir la seva troballa.
Atés que tota aquesta maquinària seria un suculent botí per als ferrovellers i altres disbauxats que es diverteixen destrossant l'alié, i aquestes parets florides son massa temptació per grafiters, no donaré cap altra informació que pugui portar a donar amb el seu emplaçament.


jueves, 14 de marzo de 2013

De afición, urbexer: explorador urbano.




Seguramente muchos os preguntareis que es eso de explorador urbano. ¿Acaso no somos la gran mayoría por nuestra condición de urbanitas exploradores urbanos?
Urbex, o urban exploration (exploración urbana) es una actividad que tiene como objetivo la investigación y documentación de los espacios creados por el hombre que en la actualidad están en desuso. En cierto modo, es una actividad que comparte aquella pasión romántica de los exploradores del siglo XIX que encontraban entre la arena del desierto ciudades perdidas talladas en la piedra, pirámides engullidas por la jungla o templos envueltos en raíces de árboles centenarios. Los temas han cambiado, haciéndose acordes con los tiempos: fábricas, mansiones, hospitales, instalaciones militares, viviendas... pero la magia del descubrimiento, de ser testigos de algo que inevitablemente sucumbirá al paso del tiempo (y desgraciadamente también al paso del hombre) es la misma que la que seguramente experimento David Roberts al visitar Petra en 1839.
En mi caso, el tema recurrente de mis exploraciones y de rebote de gran parte de mis fotografías, son los entornos industriales. Nací y me crié en una ciudad postindustrial, repleta de viejas fábricas textiles, y era habitual, a la salida del colegio, entrar en alguna de ellas y jugar a los exploradores.
Hay una extraña poesía en esos lugares abandonados tras la actividad humana. Lugares que han visto el esfuerzo y sufrimiento de los trabajadores, lugares repletos de vida, templos del cambio de paradigma que supuso la Revolución Industrial, con todas sus consecuencias negativas y positivas. Hoy en día vacíos, solitarios, silenciosos, desordenados, sucios. Pese a todo, la belleza se muestra a quien esta dispuesto a buscarla. La belleza es omnipresente en el universo; siempre está presente, aunque se camufle. Hay belleza en la caótica ordenación de una pila de hierros, en la azarosa caligrafía arabesca de unos desconchones en la pintura de una pared, la explosión de color de restos de colorantes esparcidos por el suelo, los bodegones y "manufacturas muertas" a base de maquinarias diversas, la belleza de la arquitectura del ladrillo y el hierro colado...
El deleite estético al descubrir un rincón mágico convive con una extraña meditación al verlo a través del visor de la cámara. El silencio, la soledad, la concentración en la toma, produce una extraña sensación de tranquilidad y seguridad, pese a que en ningún momento se baja la alerta, ya que no siempre los que acceden a esos lugares van con intenciones tan pacificas.
No es una actividad exenta de riesgos, todo lo contrario. Es preciso anteponer la seguridad a la exploración o a la obtención de una foto. Es preciso ir convenientemente vestido, protegiéndose de posibles cortes, con calzado adherente y resistente, con guantes y mascarilla para protegerse de productos tóxicos desconocidos, o del amianto liberado de viejos tejados de uralita.
Hay que ir con cuatro ojos: uno mirando adelante, otro arriba, otro abajo y otro en la foto que se va a hacer. Por eso es preciso ir como mínimo dos personas, para comprobar el estado de suelos y techos y poder socorrer al compañero si ocurriera algún accidente.
Los exploradores urbanos tenemos una serie de normas de riguroso cumplimiento:
Nunca entraremos a un lugar forzando un acceso. Solamente lo haremos si hay una puerta o ventana abierta, o un boquete en una pared.
No alteramos los elementos que encontramos a nuestro paso, mucho menos los romperemos, los llenaremos de pintadas o nos los llevaremos. La idea es estar en el lugar pero dejarlo en el mismo estado que se encontró.
No se divulgan las localizaciones para preservarlas, en la medida de lo posible, de la acción de personas malintencionadas que destrozan ese patrimonio. Es precisamente ese tipo de gente, la que disfruta rompiendo cristales, paredes y pintando grafitis, y los que por necesidad o negocio buscan chatarra, los que han hecho que se extienda la idea de que cualquiera que entra en un lugar abandonado va con esas intenciones malsanas.
También circula la idea de que nuestro deseo es que todo el mundo estuviera repleto de edificios en ruinas para poder tener tema de exploración. Nada más lejos de la realidad. Al menos mi deseo es ver muchos de los edificios abandonados rehabilitados, convertidos en espacios culturales, de producción o residenciales, ver como vuelven a la vida o son útiles, y no ver como poco a poco la dejadez del hombre los relega a la rápida destrucción y ruina. Por si ese momento no llega, la mejor forma de hacer que sobreviva al olvido un lugar es documentarlo fotográficamente.
Vivimos en una sociedad de consumo, y los edificios, como otro fruto más de la actividad humana, es victima de la obsolescencia, del usar y tirar, de la generación de residuos y del nulo o ineficaz reciclaje. La fábrica abandonada es en si misma un residuo industrial.
Espero que con este artículo los que sentís curiosidad por conocer las motivaciones que llevaron a la realización de estas fotografías tengáis algunas pistas para su interpretación.


sábado, 19 de mayo de 2012

Filatures Castells (XII/2006 - II/2007)















Paseaba una mañana de diciembre de 2006 por Terrassa, cuando vi que una de las ventanas de la vieja fábrica de Filatures Castells tenía la alambrada suelta en una esquina. Separándola un poco se podía saltar sobre una estantería y acceder al interior de un semisótano.
Por la tarde regresé, con todo el equipo fotográfico y la compañía de una sufrida amiga que me acompañó por no hacerme un feo. La visita fue fugaz y excitante. Solo recorrí una mínima parte del complejo. Se trataba de territorio virgen, sin evidencias de vandalismo. En enero y febrero de 2007 regresé otras 3 veces más junto algunos amigos del Club Cela. Poco tiempo después de la última visita cerraron los accesos. Recientemente los chatarreros volvieron a abrir un boquete en otra ventana y realice nuevas fotografías, en esta ocasión de un espacio tristemente desolador y arrasado. A los pocos días volvieron a cerrar todos los accesos.
Todo este conjunto industrial, llamado Vapor Cortés,  es junto al Vapor Freixa, de uno  últimos entornos industriales de principios del siglo XX que se mantiene en pie pendiente de rehabilitación en Terrassa. Su futuro es incierto. Su valor arquitectónico no es significativo, salvo algunas naves situadas en los sotanos de Filatures Badiella y las fachadas de lo que hasta hace muy poco fueron dependencias de Gráficas Marcet, y otras industrias, hasta que fueron desalojadas para cumplir las nuevas ordenanzas municipales que recalificaban aquel suelo como zona no industrial. La permanencia de aquellos talleres garantizaba la conservación de esos edificios. En los escasos años transcurridos a su desalojo el saqueo al que han sido sometidos esos edificios añadirán mayores dificultades a una posible rehabilitación.


Passejava un matí de desembre de 2006 per Terrassa, quan vaig veure que una de les finestres de la vella fàbrica de Filatures Castells tenia el filat solt en una cantonada. Separant-lo una mica es podia saltar sobre una prestatgeria i accedir a l'interior d'un soterrani

A la tarda vaig tornar, amb tot l'equip fotogràfic i la companyia d'una soferta amiga que em va acompanyar per no fer-me un lleig. La visita va ser fugaç i excitant. Solament vaig recórrer una mínima part del complex. Es tractava de territori verge, sense evidències de vandalisme. Al gener i febrer de 2007 vaig tornar altres 3 vegades més junt alguns amics del Club Cela. Poc temps després de l'última visita van tancar els accessos. Recentment els ferrovellers van tornar a obrir un forat en una altra finestra i vaig aprofitar per fer noves fotografies, en aquesta ocasió d'un espai tristament desolador i arrasat. Als pocs dies van tornar a tancar tots els accessos.

Tot aquest conjunt industrial, anomenat Vapor Cortés, és juntament amb del Vapor Freixa, un dels darrers entorns industrials de principis del segle XX que es manté en peus pendent de rehabilitació a Terrassa. El seu futur és incert. El seu valor arquitectònic no és significatiu, excepte algunes naus situades en els soterranis de Filatures Badiella i les façanes del que fins a fa molt poc temps van ser dependències de Gràfiques Marcet, i altres indústries, fins que van ser desallotjades per complir les noves ordenances municipals que recalificaven aquell sòl com a zona no industrial. La permanència d'aquells tallers garantia la conservació d'aquests edificis. En els escassos anys transcorreguts al seu desallotjament el saqueig al que han estat sotmesos aquests edificis afegiran majors dificultats a una possible rehabilitació.