A principios de enero de 2015 recibí la invitación del
Ecomuseu-Farinera de Castelló d'Empúries para exponer en sus salas.
Desde esas fechas y hasta ahora, a menos de dos semanas para su inauguración, el tiempo ha transcurrido entre planificación, selección, retoques, montaje...
La primera fase consistió en visitar el espacio que acogería la exposición, tres salas de la planta superior de la harinera, unos 65 metros lineales de pared útil, y valorar el tamaño y número de fotografías a exponer.
En una segunda fase había que crear el hilo conductor que diera cuerpo a
la exposición. Uno de los subtemas que no podía faltar era el que trata
de la rehabilitación de edificios industriales, ya que es en la
rehabilitación donde con más notoriedad queda patente la importancia de
preservar nuestro pasado industrial. Al estar divido el espacio en tres
salas, ese apartado ocuparía una de ellas, a modo de resumen y cierre de
la exposición.
La sala central, ya que el edificio es una antigua fábrica de harinas, estaría dedicado a varias harineras.
La primera sala, la más grande de las tres, recogería una selección de fotografías realizadas en color digitalmente.
En
total 81 fotografías realizadas entre 1985 y 2015. En esos años han
pasado por mis manos varias cámaras fotográficas: Una Konica Autoreflex
TC, una Nikon F-70, una cámara de banco óptico Cambo de 9x12 cm, unas
Canon EOS 10D y 40D y una Nikon D600.
Pélicula (blanco y negro,
color, diapositiva, 35mm, 9x12cm), digital; varías técnicas... Diversos
procesos que complicaban la selección ya que a los largo de 30 años no
solo ha habido una evolución en el estilo y técnica fotográfica, sino
el el procesado.
Una parte de las fotografías ya estaban
positivadas o impresas y montadas en paspartú. El procesado de algunas
de ellas no responde exactamente al que hubiera realizado hoy en día. No
obstante opté por no repetirlas e imprimir el resto con el procesado
realizado en su momento. De ese modo quedaba también constancia de la evolución de ese aspecto a lo largo de los años.
Retoques, envíos, idas y venidas al laboratorio, montaje de paspartús, embalajes, difusión... finalmente ya esta todo listo para presentarlas en sala.
Ya estoy impaciente por verla colgada en las paredes de la Farinera, un marco incomparable: pasado industrial rehabilitado. Arte, fábrica y técnica, siempre he pensado que hacen muy buenas migas.
Os espero el día de la inauguración: 17 de julio a las 19:30.
La exposición estará abierta hasta el 30 de septiembre.